El ultimátum del Imperio Austro-Hungaro al reino de Serbia en 1914

TEXTO HISTÓRICO PARA COMENTAR

Con este texto del 23 de julio 1914, el Imperio Austro-Hungaro acusaba veladamente a Serbio del asesinato del heredero al trono, el archiduque Francisco Fernando en Sarajevo el 23 de junio. Los términos eran prácticamente inaceptables, por lo que podemos ver como en realidad era una formalidad para empezar una guerra de castigo contra un país, Serbia, que había alentado el nacionalismo en las regiones del imperio.


Serbia antes de la I Guerra Mundial.
(Haz click en las imágenes para verlas mejor)


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“La historia de estos últimos años, y especialmente los acontecimientos dolorosos del 28 de junio, han demostrado la existencia en Serbia de un movimiento subversivo cuyo fin es separar de la Monarquía austro-húngara algunas partes de sus territorios.

Este movimiento, que ha ido creciendo ante los ojos del gobierno serbio, ha llegado a manifestarse más allá del territorio del reino con actos de terrorismo, con una serie de atentados y muertes.
Lejos de llevar a cabo las acciones necesarias incluidas en la declaración del 31 de marzo de 1909, el gobierno real serbio nada ha hecho para suprimir este movimiento.

Ha tolerado la actividad criminal de las diferentes sociedades y asociaciones dirigidas contra la Monarquía, el lenguaje desenfrenado de la prensa, la glorificación de los autores de los atentados, la participación de oficiales y de funcionarios en los actos subversivos.

Ha permitido una campaña de propaganda deshonesta dirigida a la opinión pública; en resumen, ha permitido todas las manifestaciones de esta naturaleza para incitar a la población serbia al odio a la monarquía y desprecio a sus instituciones.

Esta tolerancia culpable del Gobierno Real Serbio, no ha cesado ni ahora después de que los eventos del 28 de junio probaran sus consecuencias fatales al resto del mundo.”

Para impedir que estas maquinaciones perversas continúen siendo una amenaza a la tranquilidad de la monarquía, el Gobierno Imperial se ve obligado a pedir al Gobierno Real Serbio, una garantía de que condenará esta peligrosa propaganda en contra de la monarquía, en otras palabras, toda la serie de tendencias cuyo último objetivo es separar territorios que pertenecen a la monarquía y que se encargarán de suprimir por todos los medios esta propaganda criminal y terrorista.

Para darle un carácter formal a esta misión, el Gobierno Real Serbio publicará en la primera página de su Boletín Oficial del 13 al 26 de julio, la siguiente declaración:
“El gobierno imperial y real se ve obligado a pedir al gobierno serbio la formulación oficial de que condena la propaganda dirigida contra la Monarquía austro-húngara, es decir, al conjunto de las tendencias que aspiran como último fin a separar de la Monarquía algunos de sus territorios y que deploran sinceramente las fatales consecuencias de estos procedimientos.

El Gobierno Real, que desaprueba y repudia cualquier idea de interferir o intento de interferir en el destino de los habitantes de cualquier parte de Austria-Hungría, considera que es su deber advertir formalmente a oficiales y funcionarios, y a toda la población del reino, que a partir de ahora procederá con el máximo rigor contra cualquier persona que pueda ser culpable de dichas maquinaciones, y que hará todo su esfuerzo para anticiparlas y suprimirlas.”

Esta declaración deberá ser comunicada al ejército como Orden del Día por su Majestad el Rey y será publicada en el Boletín Oficial del Ejército.

El gobierno real serbio debe comprometerse además:
1) a suprimir toda publicación que excite al odio y al desprecio de la Monarquía y a la tendencia general dirigida en contra de su integridad territorial.
2) a disolver inmediatamente la sociedad llamada «Narodna Odbrana» (Mano Negra) y a confiscar todos sus medios de propaganda y a proceder de igual manera contra cualquier otra sociedad que se involucre en propaganda en contra de la monarquía austro-húngara.
3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia […] todo lo que sirva o pueda servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría;
4) a separar del servicio militar y de la administración a todos los oficiales y funcionarios culpables de la propaganda contra la Monarquía austro-húngara, de los cuales el gobierno imperial y real se reserva el comunicar los nombres y los hechos al gobierno real;
5) a aceptar la colaboración en Serbia de los órganos del gobierno imperial y real en la supresión del movimiento subversivo dirigido contra la integridad territorial de la Monarquía;
6) a abrir una encuesta judicial contra los participantes en el complot del 28 de junio que se encuentran en territorio serbio. Los órganos delegados por el gobierno imperial y real tomarán parte en las investigaciones correspondientes;
7) a proceder con urgencia al arresto del comandante Voislav Tankositch y de Milan Ciganovitch, empleados del Estado serbio, comprometidos, según los resultados de la instrucción, en Sarajevo;
8) a impedir el concurso de las autoridades serbias en el tráfico ilegal de armas y de explosivos a través de la frontera;
9) a dar al gobierno imperial y real explicaciones sobre los propósitos injustificables de los altos funcionarios serbios que no han dudado después del atentado del 28 de junio, en expresarse de una manera hostil hacia la Monarquía austro-húngara y, finalmente,
10) a informar, sin demora, al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas comprendidas en los puntos anteriores.
El gobierno imperial y real espera la respuesta del gobierno real lo más tarde hasta el sábado, 25 de este mes, a las cinco horas de la tarde. 
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